He aquí un claro ejemplo de cómo no alquilar un piso. Deja a la gente que se lleve como le salga de los cojones, hombre ya! Si ya empezamos con exigencias, te vas a comer tu nidito de amor con patatas.
Que puedan convivir juntos dice, el sibarita de la convivencia...
Antes, todo esto era campo...
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Escribe, gañán.